Tras los hechos de robo y ataques a comercios, que iniciaron el domingo contra numerosos establecimientos de la ciudad de Río Cuarto, y después se replicaron en esta capital, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, se comunicó telefónicamente, este martes por la tarde, con su par de la provincia, Julián López.
Se trató de la primera comunicación institucional, tras los intentos de saqueo a comercios, que hicieron temer un efecto «dominó», y que se pudieran generalizar, extendiéndose a otros puntos del territorio provincial.
Previo al contacto entre Fernández y López, este martes se conoció que el presidente Alberto Fernández se comunicó con una mujer comerciante de Río Cuarto, damnificada en uno de los ataques en aquella ciudad. Desde el Gobierno provincial, se dejó trascender que no cayó bien la actitud del mandatario, justamente porque no había todavía contactos entre los estados nacional y provincial.
En concreto, Aníbal Fernández puso a disposición del Gobierno de Córdoba agentes de las fuerzas federales, para reforzar la seguridad en la provincia. El ofrecimiento de asistencia y recursos desde la Nación, consideraron en el Centro Cívico que no era necesario, «por el momento».