El gol de penal de Julio Buffarini selló la suerte de la serie para Talleres con la justicia que no encontró en los 90 minutos, pero lo mismo es semifinalista de la Copa Argentina.
Dejó en el camino a Independiente por penales 4 a 2 luego de igualar 0 a 0 en los 90 minutos, por cuartos de final y le dio una alegría inmensa a los casi 4 mil hinchas que acompañaron hasta el estadio Bicentenario de Chaco, para seguir soñando con llegar a una copa Internacional. Ahora lo espera Banfield en esa instancia, mientras se redime de un torneo local sin muchas luces.
Alan Aguerre fue clave tapando el remate de Insaurralde aunque necesitó también que Vallejo desviara el suyo luego del disparo de Garro en el palo. La alegría es toda de barrio Jardín.
El viento fue una complicación para el desarrollo del juego y sumado a las marcas fraccionadas al límite del reglamento. Hubo choques, faltas tácticas y otras situaciones con empujones que demoraron las acciones, haciendo un partido trabado en todo sentido.
En ese contexto se paró mejor el equipo de Javier Gandolfi, en base a presión alta y algunos remates de Valoyes, Garro y Godoy que cerca estuvieron de tener destino de red. Salvo el tiro libre de Leando Fernández que salvó Aguerre al inicio, no hubo más amenazas. Pero la pierna fuerte no frenó en todo el partido, dejando como saldo un partido poco vistoso.
En el complemento la tónica no varió demasiado, el conjunto de Julio Falcioni siguió apelando a las mismas estrategias, Talleres volvió a correr y tuvo en Rodrigo Villagra el jaque mate aunque su remate pasó al lado del palo derecho de Álvarez . Ni hablar la de Godoy que desvío al córner.
Pero en los penales hubo justicia por los reflejos de Aguerre y la sangre fría en la definición. Talleres se vuelve de Resistencia con la clasificación a semis en Copa Argentina y la autoestima de haber resuelto un trámite que siempre estuvo a su favor.