En el encuentro dirigido por Ariel Penel, el “Cervecero” dio el primer susto de la noche con el zapatazo de Julián Bonetto que dio inicio a un verdadero partidazo. Posteriormente, Darío Benedetto, Gonzalo Morales y Luca Langoni fueron los encargados de revertir el resultado.
En el complemento, el ex River, Mariano Pavone, le puso picante al partido al descontar para el conjunto del Gran Buenos Aires.
Durante el transcurso del segundo tiempo, el partido se encontró parado por varios minutos debido a una serie de incidentes donde los hinchas de Quilmes se vieron envueltos en un altercado con la policía, fastidiados por el desenlace del partido.