La mejor versión de Instituto en lo que va de las cinco primeras fechas del torneo de la Liga Profesional se vivió anoche en el estadio Kempes, donde a pesar del cambio de escenario se sintió más cómodo que nunca y batió 3 a 1 al siempre complicado Newell’s de Gabriel Heinze.
Vale aclarar que no quedó habilitado el estadio de Alta Córdoba ya que el sábado allí se llevó a cabo el recital de Ricardo Arjona, pero lo mismo el hincha de Instituto apoyó con más de 20 mil personas y mucho aguante en las tribunas a pesar de las internas de la barra.
El elenco de Lucas Bovaglio fue inteligente con la pelota y esperando a un Newell’s que se presume vertical por el estilo de su entrenador pero que terminó siendo una lágrima. Por eso apenas hubo espacios, facturó. Como fue el caso de un intratable Santiago Rodríguez, quien encontró lugar en mitad de cancha para encarar casi 20 metros y definir con un zurdazo tremendo para abrir el marcador, a los 19 minutos del primer capítulo.
Y la distancia se amplió cerca del final, gracias a la intervención del VAR, con un cabezazo furibundo de Corda que tapó a medias Lucas Hoyos y luego Adrián Martínez empujó para el gol. Como el juez de línea había levantado el banderín por offside, fue necesario un repaso en imágenes para convalidara el gol.
Newell’s lució muy presionado quizás por la siempre exigente figura de su DT Heinze. Por eso en el complemento la tónica no cambió y llegó el penal de Mansilla sobre Rodríguez, que Lódico cambió por gol.
Así y todo, herido, la «Lepra» fue por más y llegó al descuento con un cabezazo al primer palo de Bruno Pittón, para despertar al equipo que mostró algo de vergüenza propia y arremetió con todas sus armas en esos pasajes.
A esa altura ya la «Gloria» apostaba de contra y encontró un premio más con el gol de cabeza de Graciani, pero minutos después el VAR inventó una falta en ataque antes del centro por izquierda de Cuello y le terminó dando una ayuda a un Newell’s que lucía muy golpeado.
El partido para Instituto no tuvo más sobresaltos, el visitante insistió y por más que haya podido descontar, se encontró con una doble tapada de Carranza a Recalde como para certificar que el partido no iba a cambiar de dueño. Fue victoria 3 a 1 para que en Instituto comiencen a reconciliarse en las tribunas y animarse con algo más, sobre todo empujados en lo anímico por la calidad del rival que anoche mostró su más pobre versión.