Una noche accidentada y para el olvido tuvo Talleres en el Estadio Mario Alberto Kempes. Terminó cayendo 2 a 1 ante un muy efectivo Vélez Sársfield ya que nunca pudo reponerse de la expulsión de Portillo y no encontró herramientas para una heroica reacción. De esta forma, jugadas seis fechas, rompe una racha de cuatro victorias consecutivas.
La jugada clave fue la gran acción individual de Osorio donde Portillo no tuvo más remedio que bajar, donde el árbitro Andrés Merlos cobró penal. Vía VAR, se retrotrajo la jugada a un tiro libre pero el ex Unión no pudo escapar de la tarjeta roja.
Pero la mala suerte iba a acompañar al conjunto de Javier Gandolfi, con una mala fortuna en el gol en contra de Francisco Pizzini, en un tiro libre al primer palo, descolocando a Guido Herrera. Y después otra vez Osorio encabezó un contragolpe para habilitar a Julián Fernández que otra vez amargó a Talleres, contando los dos partidos por Copa Libertadores el año pasado.
En el «Fortín» fue expulsado después Ortega por doble amarilla y una falta de Benavídez, algo que despertó a un Talleres que ya con amor propio había tenido oportunidades para al menos descontar, incluso con un hombre menos.
La había tenido Santos, el ingreso de Valoyes le dio más profundidad al ataque pero recién llegó a marcar a falta de dos minutos para el cierre, con un cabezazo tremendo de David Romero que pegó en el travesaño y bajó a la red.
Estuvo cerca del empate pero no alcanzó.
La derrota le demanda un replanteo a Gandolfi pero cae de pie, con uno menos en gran parte del juego aunque así y todo estuvo cerca de empatar. Asimismo, quedó a un punto del líder Defensa y Justicia, precisamente su rival en la próxima jornada.