Este miércoles, cuando el Tribunal Electoral Provincial inició el escrutinio definitivo de los votos emitidos en toda la provincia para la renovación de gobernador, legisladores y tribunos de cuenta, todo indicaba que los cruces entre las dos fuerzas que pugnaron por la gobernación, Hacemos Unidos por Córdoba y Juntos por el Cambio, iban a seguir escalando.
Pero el senador Luis Juez, quien encabezó la boleta de la alianza opositora JxC, a pesar de haber realizado durante el lunes y martes durísimas declaraciones, poniendo en cuestión la transparencia de los comicios, sorprendió este miércoles reconociendo la derrota.
Y fue más allá: se comprometió a saludar la semana que viene a su oponente, Martín Llaryora, además de asegurar que trabajará fuertemente para que Rodrigo De Loredo gane la intendencia de la ciudad de Córdoba el 23 de julio.
«Tengo un dejo de frustración, en 25 años los tipos no pueden armar una elección, no hay forma de que no te ganen con trampa. Soy un jugador terriblemente amateur del fútbol, pero entiendo las reglas del juego: se gana y se pierde», dijo Luis Juez a Radio 10.
Y agregó: «No estoy quejándome, me la banco, pero podrían hacer bien las cosas. Las últimas 600 urnas fue a mano el conteo, cuando se había contratado tecnología, inteligencia artificial».
El referente del Frente Cívico y candidato a gobernador de Juntos por el Cambio en las elecciones del pasado domingo, sostuvo por primera vez que el resultado «difícilmente pueda modificarse“, agregando que «ya pasó, ya está, no tengo esperanzas de que pueda revertirla”.
Juez rememoró lo sucedido en la reñida elección de 2007, cuando por escaso margen el triunfo correspondió a Juan Schiaretti. Y refirió que aquella vez «se cortaba la luz, ahora se cortó la conectividad». Con su tono característico, siguió: «Pasamos de lo analógico a lo digital, pero con las mismas mañas. Hacemos que la credibilidad de la gente esté por el piso».
Y continuó: «A esta altura del partido ya ni me importa, están abriendo las urnas para contar los votos. Todo fue muy irregular, nosotros no contratamos a la empresa que ya había fracasado en Tucumán, no mantuvimos a la jueza electoral, que es un monumento a la corrupción».