Fue un empate a puro corazón, cuando el partido expiraba y las alegrías tenían destino de regreso a Santa Fe. Algún movimiento interno existió, apoyado en la vergüenza deportiva para que Talleres rescatara un punto de local ante un experimentado Colón, para dejar la serie abierta y que la definición quede con cita en el “Cementerio de los elefantes”.
Talleres empató 1 a 1 a puro empuje, ante un colorido estadio Mario Kempes con 50 mil espectadores, por el duelo de ida de octavos de final por la Copa Libertadores, que sirve para ganar en alivio y sobre todo para barajar y dar de nuevo ya con otra templanza.
La gran diferencia entre Talleres y su ilusión con el aplomo de Colón de Santa Fe fue en el área, en delanteros que no patean al arco y otros que tienen al gol como apellido.
Ante 50 mil personas, el albiazul perdía 1 a 0 en un colorido e imponente estadio Mario Alberto Kempes por el olfato de un tal Ramón “Wanchope” Ábila, que otra vez amargó a los de barrio Jardín, ahora por la Libertadores, apoyado con casi 9 mil “Sabaleros”. Apareció luego la cabeza del ecuatoriano Alan Franco para igualar en el final y dejar todo servido para el desquite, pero antes de eso hubo una historia emotiva y de sensaciones cambiantes.
Talleres fue más. Con una idea más profunda y vertical de juego, con un Matías Godoy enchufado, un Esquivel inspirado, solo faltó el gol simplemente porque quedó en el toque a pesar de tener los espacios pero en contadas ocasiones pateó al arco. Es decir, a las intenciones le faltó el gatillo final, algo que el rival sí supo aprovechar. ¿De qué sirve tener el dominio de la pelota, el empuje de tu gente, el progreso en el juego si al final todo se diluía por su propio peso?
Para colmo de males, Michael Santos solo estuvo en cancha 17 minutos, producto de una lesión tras un taco sin necesidad, cuando bien pudo asistir a un compañero. Muchos jugadores pasaron por esos males. Girotti fue pura voluntad, tuvo un desvío que devolvió el travesaño y luego Chicco le ahogó el grito a Godoy. لعبة poker Fue más en esos pasajes pero no llegó a la red y lo pagó caro.
La propuesta de Falcioni fue pobre pero sin avisar de a poco avisaba con peligro. Porque Guido Herrera le tapó en la definición a Farías y en el complemento reforzó sus reflejos con un disparo de Álvarez, como avisando lo que se venía. Hasta que entró desde el banco la “Pulguita” Rodríguez, centro con rosca, cabezazo de “Wanchope” y a cobrar. العب واربح المال الحقيقي Otra vez silenciando a la hinchada albiazul como hizo con Instituto, en el Centenario del club de barrio Jardín en 2013…
Entró Pizzini y no incidió. Aln Franco mostró algo interesante. Ulises Ortegoza debutó hace cuatro días en Primera y luego reemplazó a Esquivel en un partido de Copa con resultado en desventaja (¿No fue arriesgado?).
Y cuando lograba crecer en el juego, los centros y los pases cruzados chocaron con la resistencia de la defensa “Sabalera”, que sacaba a relucir su solidez para cuidar el resultado. En cada remate o intento, siempre hubo una camiseta roja y blanca para obstruir la pelota. شرح موقع bet365
De tanto intentar, una segunda jugada en el área le quedó a Franco y mandó la definición a la revancha, pero los dos con sus fusiles alistados para otra dramática historia por contar.
El duelo copero es histórico para la «T», que por primera vez llega a esta instancia de la competencia, y así lo afirmó el DT Pedro Caixinha, quien dijo que «es el partido más importante de la historia de Talleres y del fútbol de Córdoba».
Para Colón será el primer partido desde la desvinculación de dos jugadores históricos como Leonardo Burián y Rodrigo Aliendro, campeones de la Copa de la Liga Profesional 2021, quienes se despidieron del plantel para sumarse a Vélez Sársfield y River Plate, respectivamente.
Árbitro: Wilton Sampaio (Brasil).
Estadio: Mario Alberto Kempes.
Hora: 19.15.
TV: Fox Sports.