Las familias y amigos de Sol Viñolo y Agustín Burgos, muertos en el crimen vial de Circunvalación; y Fernanda Guardia, quien fue la única sobreviviente, reclamaron al Tribunal Superior de Justicia de Córdoba «la urgencia» de cambiar la jurisprudencia en relación a los crímenes viales y volvieron a indicar, que para ello, el Máximo Tribunal debe confirmar el fallo que condenó bajo la calificación legal de dolo eventual a Alan Amoedo, el responsable de lo que se conoció como la “Tragedia de Circunvalación”.
«Todos los días se suceden las muertes y lesiones graves en las calles y rutas de la provincia producto del uso ilegal o antirreglamentario de vehículos», precisaron a través de un comunicado y destacaron que la jurisprudencia «es una de las fuentes del derecho que puede generar cambios jurídicos».
En alusión al siniestro vial ocurrido la semana pasada en Altas Cumbres, que protagonizó el ahora ex presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González, se solidarizaron con las víctimas e indicaron también que «muchas personas han naturalizado la conducción ilegal de vehículos, convirtiéndolos así en un arma» y añadieron que si el Poder Judicial no aplica condenas pedagógicas «seguirá avalando el incremento de muertes y lesiones violentas y absurdas».
«Las normas viales han sido diseñadas específicamente para proteger la vida. El estudio y conocimiento de estas normas es de carácter obligatorio para conductores», explica el texto y describe: «Está prohibido circular con exceso de velocidad, está prohibido pasar semáforos en rojo, está prohibido pisar y/o cruzar la doble línea amarilla, está prohibido manejar si se bebió alcohol, está prohibido adelantar por la banquina… (la lista es larga, pero es obligatorio respetarla)».
Para los familiares y amigos de las víctimas de Alan Amoedo, condenado hace casi seis meses, «cuando se decide conscientemente violar alguna de estas normas la posibilidad de dañar o matar es inminente, al hacerlo el vehículo se comporta como un arma con un enorme poder destructivo».
En esa línea, destacaron que una persona debe saber que si se dispone a violar normas viales y con ello provocar un daño irreparable el costo penal será altísimo (más nunca comparable al de acabar con una vida).
«El TSJ tiene en sus manos la posibilidad de poner un freno inmediato a esta “pandemia silenciosa” que es la principal causa de muerte y lesiones en jóvenes: Dejar firme el fallo por dolo de nuestro caso, la “Tragedia de Circunvalación”, cerraron.